sábado, octubre 01, 2005

Experiencias Místicas y Milagros III

Conversando con unos amigos de un Foro Católico que frecuento, quise recopilar una serie de experiencias místicas o milagros que hayamos experimentado para la edificación de todos los que creemos en Dios, y mas específicamente que tenemos Fe en la única Iglesia de Dios, la que fundo Jesucristo.

Estas historias -que ire poniendo pasando los dias- no tienen como propósito probar nada, ni si quiera convertir a una persona, como Jesucristo puso en una parábola en boca de Abraham: Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. Lc 16,31

Que escuche el que quiera escuchar...
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Hermano: al leer tu invitación sentí que Jesús mismo me decía :"Llegó el momento de dar a conocer tu testimonio. Pues bien allí va.
Hace aproximadamente 18 años conocí a una mujer a los que todos llamaban Loli. Era agnóstica y yo católica, débilmente comprometida.
Comenzamos una relación entre las familias pero por esas cosas de la vida se cortó abruptamente y no volvimos a vincularnos. Viviendo en la misma ciudad nos cruzamos muy pocas veces y nos saludamos discretamente, pero nada más.
Durante esos 18 años yo desarrollé una vida laboral muy activa que me colocó en un puesto de poder y autoridad. Al mismo tiempo fuí comprometiéndome más con mi fe y a tener protagonismo en mi parroquia. Todo esto me convirtió en una persona conocida. Confundida no sabía reconocer amigos, de conocidos y de aduladores.
De la señora Loli no sabía absolutamente NADA.
Un buen día, en medio de los avatares y cambios políticos propios de mi país apareció mi nombre en todos los medios de comunicación de mi comunidad, donde se me cuestionaba duramente y se sembraba una manto de sospecha sobre mi trabajo y mi honestidad.
Fue desvastador. En un segundo fuí destruida. Caí en un estado de angustia y desesperación. Con tratamiento psiquiátrico por la depresión. Dejé de salir a la calle y pasaba los días tirada en la cama. Lo único que podía decir y pensar era: JESUS ME HAS ABANDONADO. JESUS TE HAS OLVIDADO DE Mí.
De todos los amigos que creí tener sólo 2 venían a visitarme y trataban de darme ánimo, pero a mí no me servía. Mi único pensamiento era de reproche a Jesús. SEÑOR, TE HAS OLVIDADO DE MI.
Una mañana me encontraba sola en mi casa y cansada de llorar con enorme atrevimiento y soberbia le dije a Jesus: Señor, dame una prueba de que no me has abandonado, de que estas a mi lado.
A la hora de haber dicho esto "alguien tocó a mi puerta. Al abrir estaba ella, Loli. Me miró a los ojos y me dijo: Sé por lo que estás pasando y he venido a acompañarte.
Ella se había convertido hacía muchos años, me contó cómo Jesús y la fe habían salvado su vida. Me contó que ese día dejó inesperadamente su trabajo para ir a mi casa, impulsada en forma inexplicable, con la seguridad de que tenía que venir a mi encuentro.
Tiempo después, cuando pude recuperarme le conté de como Jesús salió a mi encuentro el día que ella golpeó a mi puerta.
Espero haber logrado transmitir en mi relato la experiencia maravillosa de la presencia de Jesus en mi vida y la certeza de que el Señor siempre responde a nuestras oraciones.
"Si alguno de ustedes pierde una oveja ¿no se va en busca de la que se perdió hasta que la encuentra.(Lc.15, 4)

Maria Luz Alvarez

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