• EL MOTIVO DE ESTE BLOG


  • viernes, octubre 28, 2005

    Pescar Junto a Dios


    Debemos de vernos pequeños ante Dios... Dios quiere que confiemos en El.

    Recordando una de las apariciones de Jesús a sus discipulos en el lago Tiberíades, donde Jesús les pide a sus discupulos: "hechen sus redes a la derecha del barco y hallareis los peces"...

    Jesucristo quiere que confiemos en El, no quiere vernos afanados como Marta.. :
    <<Marta, Marta, te preocupas y te agitas por muchas cosas>>...

    Dios no nos quiere pre-ocupados nos quiere ocupados.. trabajando, hechando las redes, caminando, siguiendolo, pero siempre CON EL, siempre confiando en El....

    El hechar las redes, el trabajar, el hacer las cosas es la manifestacion de confianza en Jesús, confianza en el Padre, y en Espiritu Santo que nos provee.... hay que trabajar, hay que luchar, hay que seguir, todos ellos son verbos.. son acción, pero todo siempre junto a Dios... Dios esta con nosotros... (Emmanuel...)

    Confiemos en Dios.. trabajemos con Dios, junto a Jesucristo.. pesquemos junto a El...

    "Caminad entre vientos y mareas, pero con Jesús" Padre Pío


    miércoles, octubre 19, 2005

    El Rosario


    En la antigüedad, los romanos y los griegos solían coronar con rosas a las estatuas que representaban a sus dioses como símbolo del ofrecimiento de sus corazones. La palabra “rosario” significa "corona de rosas".

    Siguiendo esta tradición, las mujeres cristianas que eran llevadas al martirio por los romanos, marchaban por el Coliseo vestidas con sus ropas más vistosas y con sus cabezas adornadas de coronas de rosas, como símbolo de alegría y de la entrega de sus corazones al ir al encuentro de Dios. Por la noche, los cristianos recogían sus coronas y por cada rosa, recitaban una oración o un salmo por el eterno descanso del alma de las mártires.

    La Iglesia recomendó rezar el rosario, el cual consistía en recitar los 150 salmos de David, pues era considerada una oración sumamente agradable a Dios y fuente de innumerables gracias para aquellos que la rezaran. Sin embargo, esta recomendación sólo la seguían las personas cultas y letradas, pero no la mayoría de los cristianos. Por esto, la Iglesia sugirió que aquellos que no supieran leer, suplantaran los 150 salmos por 150 Avemarías, divididas en quince decenas. A este “rosario corto” se le llamó “el salterio de la Virgen”.

    A finales del siglo XII, Santo Domingo de Guzmán sufría al ver que la gravedad de los pecados de la gente estaba impidiendo la conversión de los albigenses y decidió ir al bosque a rezar. Estuvo en oración tres días y tres noches haciendo penitencia y flagelándose hasta perder el sentido. En este momento, se le apareció la Virgen con tres ángeles y le dijo que la mejor arma para convertir a las almas duras no era la flagelación, sino el rezo de su salterio.
    Santo Domingo se dirigió en ese mismo momento a la catedral de Toulouse, sonaron las campanas y la gente se reunió para escucharlo. Cuando iba a empezar a hablar, se soltó una tormenta con rayos y viento muy fuerte que hizo que la gente se asustara. Todos los presentes pudieron ver que la imagen de la Virgen que estaba en la catedral, alzaba tres veces los brazos hacia el Cielo. Santo Domingo empezó a rezar el salterio de la Virgen y la tormenta se terminó.

    En otra ocasión, Santo Domingo tenía que dar un sermón en la Iglesia de Notre Dame en París con motivo de la fiesta de San Juan y, antes de hacerlo, rezó el Rosario. La Virgen se le apareció y le dijo que su sermón estaba bien, pero que mejor lo cambiara y le entregó un libro con imágenes, en el cual le explicaba lo mucho que gustaba a Dios el rosario de Avemarías porque le recordaba ciento cincuenta veces el momento en que la humanidad, representada por María, había aceptado a su Hijo como Salvador.
    Santo Domingo cambió su homilía y habló de la devoción del Rosario y la gente comenzó a rezarlo con devoción, a vivir cristianamente y a dejar atrás sus malos hábitos.
    Santo Domingo murió en 1221, después de una vida en la que se dedicó a predicar y hacer popular la devoción del Rosario entre las gentes de todas las clases sociales para el sufragio de las almas del Purgatorio, para el triunfo sobre el mal y prosperidad de la Santa Madre de la Iglesia.

    El rezo del Rosario mantuvo su fervor por cien años después de la muerte de Santo Domingo y empezó a ser olvidado.

    En 1349, hubo en Europa una terrible epidemia de peste a la que se le llamó ¨la muerte negra” en la que murieron muchísimas personas.
    Fue entonces cuando el fraile Alan de la Roche, superior de los dominicos en la misma provincia de Francia donde había comenzado la devoción al Rosario, tuvo una aparición, en la cual Jesús, la Virgen y Santo Domingo le pidieron que reviviera la antigua costumbre del rezo del Santo Rosario. El Padre Alan comenzó esta labor de propagación junto con todos los frailes dominicos en 1460. Ellos le dieron la forma que tiene actualmente, con la aprobación eclesiástica. A partir de entonces, esta devoción se extendió en toda la Iglesia.

    ¿Cuándo se instituyó formalmente esta fiesta?

    El 7 de octubre de 1571 se llevó a cabo la batalla naval de Lepanto, en la cual los cristianos vencieron a los turcos. Los cristianos sabían que si perdían esta batalla, su religión podía peligrar y por esta razón confiaron en la ayuda de Dios a través de la intercesión de la Santísima Virgen. El Papa San Pío V pidió a los cristianos rezar el rosario por la flota. En Roma estaba el Papa despachando asuntos cuando de repente se levantó y anunció que la flota cristiana había sido victoriosa. Ordena el toque de campanas y una procesión. Días más tarde llegaron los mensajeros con la noticia oficial del triunfo cristiano. Posteriormente, instituyó la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias el 7 de octubre.
    Un año más tarde, Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta por el de Nuestra Señora del Rosario y determinó que se celebrase el primer domingo de Octubre (día en que se había ganado la batalla). Actualmente se celebra la fiesta del Rosario el 7 de Octubre y algunos dominicos siguen celebrándola el primer domingo del mes.


    Tomado de aqui, mas información en el enlace...

    domingo, octubre 16, 2005

    José Luis Sanches - Martir



    Adolescente de 14 años da su vida por Cristo y la Iglesia. Nacido el 28 de marzo de 1913 en Sahuayo (Michoacán, México). Lo asesinaron durante la guerra cristera, en su ciudad natal, el 10 de febrero de 1928 «por odio a la fe». Se mantuvo fiel a Cristo y a su Iglesia.

    Beatificado el 20 de noviembre, 2005 junto con trece mexicanos mártires de la persecución religiosa de la segunda década del siglo XX.

    Su testimonio en Breve

    Nace en Sahuayo, Michoacán, el 28 de marzo de 1913, hijo de Macario Sánchez y de María del Río

    Un año antes de su martirio, José Luis se había unido a las fuerzas «cristeras» del general Prudencio Mendoza, enclavadas en el pueblo de Cotija, Michoacán.

    El martirio fue presenciado por dos niños, uno de siete años y el otro de nueve años, que después se convertirían en fundadores de congregaciones religiosas. Uno de ellos es el padre Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, nacido en Cotija, quien en el libro entrevista «Mi Vida es Cristo» revela el papel decisivo que tendría para su vocación el testimonio de José Luis, de quien era amigo.

    «Fue capturado por las fuerzas del gobierno, que quisieron dar a la población civil que apoyaba a los cristeros un castigo ejemplar», recuerda el fundador que entonces tenía siete años.

    «Le pidieron que renegara de su fe en Cristo, so pena de muerte. José no aceptó la apostasía. Su madre estaba traspasada por la pena y la angustia, pero animaba a su hijo», añade.

    «Entonces le cortaron la piel de las plantas de los pies y le obligaron a caminar por el pueblo, rumbo al cementerio --recuerda--. Él lloraba y gemía de dolor, pero no cedía. De vez en cuando se detenían y decían: "Si gritas 'Muera Cristo Rey'" te perdonamos la vida. "Di 'Muera Cristo Rey'". Pero él respondía: "Viva Cristo Rey"».

    «Ya en el cementerio, antes de disparar sobre él, le pidieron por última vez si quería renegar de su fe. No lo hizo y lo mataron ahí mismo. Murió gritando como muchos otros mártires mexicanos "¡Viva Cristo Rey!"».

    «Estas son imágenes imborrables de mi memoria y de la memoria del pueblo mexicano, aunque no se hable muchas veces de ellas en la historia oficial», concluye el padre Maciel.

    Otro testigo de los hechos fue el niño de nueve años Enrique Amezcua Medina, fundador de la Confraternidad Sacerdotal de los Operarios del Reino de Cristo, con casas de formación tanto en México como en España y presencia en varios países del mundo.

    En la biografía de la Confraternidad que él mismo fundara, el padre Amezcua narra su encuentro --que siempre consideró providencial-- con José Luis.

    Según comenta en ese testimonial, haberse cruzado con el niño mártir de Sahuayo --a quien le pidió seguirlo en su camino, pero que, viéndolo tan pequeño le dijo: «Tú harás cosas que yo no podré llegar a hacer»--, determinó su entrada al sacerdocio.

    Más tarde, al seminario de formación de los Operarios en Salvatierra, Guanajuato lo bautizó como Seminario de Cristo Rey y su internado se llamó «José Luis», en honor a la memoria de este futuro beato mexicano.

    Los restos mortales de José Luis descansan en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en su pueblo natal.

    Cronología del joven mártir:

    28-III-1913 Nació en Sahuayo, Michoacán. Sus padres se llamaban Macario Sánchez y María del Río.
    03-IV-1913 Recibió el bautismo en la parroquia de Santiago Apóstol, en Sahuayo. Lo bautizó el sacerdote Luis Amezcua, vicario parroquial. Sus padrinos fueron José E. Ramírez y Angelina Ramírez.
    12-X-1917 Fue confirmado por el obispo de Tehuantepec, Mons. Ignacio Plasencia.
    1922 Hizo su primera comunión.
    1927 En el verano fue admitido en las tropas cristeras de Cotija, como abanderado y clarín del General Guízar Morfín.
    06-II-1928 En plena batalla, cedió su caballo al General y fue hecho prisionero por las tropas federales cerca de Cotija.
    10-II-1928: A las 8.00 p. m. su tía Magdalena le llevó la Sagrada Comunión como viático. A las 11.00 p. m. le desollaron los pies y a golpes lo hicieron caminar hasta el panteón municipal. A las 11.30 p. m. lo apuñalaron y le dieron el tiro de gracia en la cabeza. Su último grito fue: ¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!

    Libro sobre el santo: "José Sánchez del Río. Corazón cristero"; de Juan Pablo Ledesma. Editorial El Arca.

    El Padre Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, fue su amigo y lo ha nombrado co-patrono del ECYD. El Padre Maciel dice:

    «Piensen ustedes lo que pudo ser para mí y lo que fue para mí la gracia de haber tenido este amigo, y de haber recibido de él el ejemplo de morir antes que negar a nuestro Señor Jesucristo. Ese sí que, pensaba yo, era un verdadero mártir y desde luego, yo tenía una gran envidia de él y pensaba: cómo es posible que él haya sido aceptado para el martirio y yo no, y a mí, Dios no me haya concedido esa gracia de morir también mártir por su nombre. Pero José Sánchez del Río quedó siempre grabado en mi memoria y en mi corazón, y siempre lo recuerdo como un testimonio, como un gran testimonio de fe y de amor a nuestro Señor Jesucristo».

    Los mártires beatificados con el joven José Luis Sanchez:

    -El sacerdote José Trinidad Rangel Montaño, nacido el 4 de junio de 1887 en Dolores Hidalgo (diócesis de León, México)
    -El sacerdote Andrés Sola Molist, misionero claretiano, nacido el 7 de octubre de 1895 en Taradell (España)
    -El laico y célibe Leonardo Pérez Larios, nacido el 28 de noviembre de 1883 en Lagos Moreno (México).

    Los tres fueron asesinados «por odio a la fe» el 25 de abril de 1927 en Rancho de San Joaquín.

    -El sacerdote de la diócesis de Veracruz, Dario Acosta Zurita, nacido el 20 de diciembre de 1908 en Naolinco (México), y asesinado en Veracruz el 25 de julio de 1931, «tres meses después de su ordenación sacerdotal», según recordó el cardenal Saraiva Martins.
    -El mártir laico, abogado y padre de familia Anacleto González Flores, nacido en 1888 en Tepatitlán (Jalisco)

    Además, siete otros compañeros mártires fueron asesinados en 1928. Tres de ellos, al igual que Anacleto, pertenecían a la Acción Católica de la Juventud Mexicana.

    «A estos Siervos de Dios, y especialmente a los mártires, que fueron víctimas de la intolerancia religiosa y del odio contra la Iglesia, encomendamos la paz del mundo», dijo el cardenal Saraiva al reconocerse su martirio.

    Tomado de:
    http://www.corazones.org/santos/jose_luis_sanches_ymartires_mexicanos.htm

    miércoles, octubre 12, 2005

    Pensamientos Padre Pío

    El alma es como un campo de batalla, donde Dios y Satanás no cesan de luchar. Es necesario abrir al Señor las puertas de nuestra alma de par en paré entregársela totalmente, fortificarla con toda clase de armamento, iluminarla con Su Luz para combatir las tinieblas del terror, revestirla de Jesús, con su verdad y justicia, con el escudo de la fe, con la Palabra de Dios, solo así triunfaremos contra el enemigo. Para revestirse de Jesús es necesario despojarse de sí mismos.


    Padre Pío

    La Santísima Trinidad

    Alguna vez me he preguntado como explicar la Santísima Trinidad.

    La manera mas fácil de entenderlo desde mi prespectiva es que Dios es amor....
    eso es lo que nos revelo, Dios es un amor entregado, fecundo, creador, poderoso, fiel, verdadero, al ser Dios Verdad, y Amor.. hace del amor lo mas verdadero de lo que existe.

    ¿Por que 3 personas? El amor es relación... el amor solitario no es amor, el amor verdadero requiere extravertirse, salir de uno mismo, comunicarse, si Dios es amor, tenia que ser unidad, pero a la vez tenia que haber una caracteriztica que permitiera la relatividad, la relación.

    El hecho de que sean 3 personas ilustran perfectamente esto... son 3 personas que en su constante relación de amor y entrega .. son a la vez la absoluta unidad.

    ¿Pero como pueden ser 3 personas con diferente "personalidad" y a la vez una sola divinidad, una sola sustancia divina?...

    Ayudado por los Albatros, podria decir que al ser verdadero amor, y verdadera unidad.. estas 3 personas en su amor infinitamente entregado y perfecto, tienen una misma voluntad, un mismo deseo, un mismo sentir y pensar. (aclaro que utilizo antropoformismos para explicar algo que es claro, escapa por muchisimo la comprension de cualquier humano, no se diga la mia... )

    En esta misma voluntad es donde se puede entender su sustancia "divina".... Jesucristo nos dice que quien lo ve a El ve al Padre, y que el no hace nada por su cuenta si no lo que ve al Padre hacer... obediencia absoluta, pero además la union completa de voluntades, seres, en un mismo objetivo por amor... creo que aqui se puede entender lo de Una sola Divinidad... y 3 personas...

    Una vez hecho este análisis, concluyo que es imposible entender el misterio de Dios, simplemente queria resaltar la importancia del amor, la comunicación, la union, la entrega.. que hace de los humanos un poquito mas cerca de la infinitamente inalcanzable a la comprensión, Santísima Trinidad.

    Descendió a los infiernos.

    Descendió a los infiernos.

    Quizá sea este artículo de la fe el más extraño a nuestra conciencia moderna. Sin peligro y sin escándalo podemos practicar aquí la .desmitologización., lo mismo que en la profesión de fe en el nacimiento virginal de Jesús y en el de la ascensión del Señor. Los pocos textos bíblicos que parecen hablar de esto (1 Pe 3,19s.; 4,6; Ef 4,9; Rom 10,7; Mt 12,40; He 2,27.31) son tan difíciles que con razón cada uno los interpreta a su modo.

    Si, según esto, eliminamos totalmente tales afirmaciones, tenemos la impresión de habernos liberado para provecho nuestro de algo raro y difícilmente conciliable con nuestro modo de pensar, sin que por ello debamos considerarnos particularmente infieles o culpables. ¿Pero qué hemos conseguido con ello? ¿Se ha eliminado así la importancia y la oscuridad de lo real? Cuando una persona quiere liberarse de un problema, lo niega simplemente o se lo plantea. La primera solución es más cómoda, pero la segunda tiene consecuencias más amplias. ¿No deberíamos, en vez de excluir el problema, ver de qué modo nos atañe este artículo de la fe al que está subordinado el sábado de gloria en el correr del año litúrgico, y cómo expresa singularmente la experiencia de nuestro siglo?

    El viernes santo miramos al crucificado; el sábado santo es, en cambio, el día de la .muerte de Dios., el día que expresa la inaudita experiencia de nuestro tiempo, el día que nos habla de la ausencia de Dios, el día en que Dios está bajo tierra, ya no se levanta ni habla; ya no es preciso discutir con él, basta simplemente pasar por encima de él. .Dios ha muerto; hemos matado a Dios.; la frase de Nietzche pertenece lingüísticamente a la tradición de la devoción cristiana a la pasión; expresa el contenido del sábado santo, el .descendimiento a los infiernos. 7.

    Este artículo del símbolo nos recuerda dos escenas bíblicas. la primera es la terrible narración veterotestamentaria en la que Elías exige a los sacerdotes de Baal que su dios consuma el sacrificio con el fuego. Suplican los sacerdotes de Baal a su dios, pero éste no responde. Elías se burla de ellos como se ríe cualquier racionalista de un hombre piadoso que no consigue lo que suplican sus oraciones:

    Gritad fuerte; dios es, pero quizá esté entretenido conversando, o tiene algún negocio, o está de viaje. Acaso esté dormido, y así le despertaréis (1 Re 18,27).

    Al leer la narración de esta historia, al ver a Elías que se burla de los sacerdotes de Baal, tenemos la impresión de encontrarnos nosotros en la misma situación: se burlarán de nosotros. Al parecer tiene razón el racionalista cuando nos dice que gritemos más, que quizá nuestro Dios esté dormido. .Bajó a los infiernos.: he aquí la verdad de nuestra hora, la bajada de Dios al silencio, al oscuro silencio de la ausencia.

    Hablemos también de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35); también alude a este tema, junto con la historia de Elías y la narración neotestamentaria en la que el Señor duerme en medio de la tempestad (Mc 4,35-41 y par.). Los discípulos huidos conversan de que su esperanza ha muerto. Para ellos ha tenido lugar algo así como la muerte de Dios. Se ha extinguido la llama en la que Dios parecía haber hablado. Ha muerto el enviado de Dios. No queda sino vacío completo. Nadie responde. Pero cuando hablan de la muerte de su esperanza, cuando creen no ver ya a Dios, se dan cuenta de que la esperanza vive todavía en medio de ellos, de que el .dios., o mejor dicho, la imagen de Dios que ellos habían forjado, tenía que desaparecer para volver después con más vida. Tenía que caer la imagen de Dios que ellos habían ideado para que sobre las ruinas de la casa destruida pudiesen de nuevo contemplar el cielo y aquel que siempre es infinitamente más grande. Así lo ha expresado Eichendorff con el lenguaje tierno, para nosotros un poco ingenuo, de su tiempo:

    Tú eres lo que construimos,
    Sobre nosotros se rasga la dulzura;
    miramos al cielo,.
    por eso no me quejo.


    El artículo de la fe en el descendimiento a los infiernos nos recuerda que la revelación cristiana habla del Dios que dialoga, pero también del Dios que calla. Dios no es sólo la palabra comprensible; es también el motivo silencioso, inaccesible, incomprendido e incomprensible que se nos escapa. Sabemos que en lo cristiano se da el primado del Logos, de la palabra sobre el silencio: Dios ha hablado, Dios es palabra, pero con eso no hemos de olvidar la verdad del ocultamiento permanente de Dios, sólo si lo experimentamos como silencio, podemos esperar escuchar un día su palabra que nace del silencio 8. La cristología pasa por la cruz, por el momento de la comprensibilidad del amor divino, y llega hasta la muerte, hasta el silencio y el oscurecimiento de Dios. ¿Hemos de extrañarnos de que la Iglesia y la vida de todos y cada uno de nosotros llegue a la hora del silencio, al artículo de la fe que quiere olvidarse y eliminarse, al .descendimiento a los infiernos.?

    Después de esta observación, cae por tierra el problema de la .prueba de Escritura.. El misterio del descendimiento a los infiernos aparece como un relámpago luminoso en la noche oscura de la muerte de Jesús, en su grito .Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?. (Mc 15,34). No olvidemos que estas palabras eran el comienzo de una oración israelita (Sal 22,2) en la que se expresaba la angustia y esperanza del pueblo elegido por Dios y ahora, al parecer, abandonado completamente por él. La oración que comienza con la más profunda angustia por el ocultamiento de Dios, termina alabando su grandeza. También en la muerte de Cristo está presente lo que Käsemann llama brevemente la oración de los infiernos, la promulgación del primer mandamiento en el desierto del aparente abandono de Dios:

    El Hijo conserva todavía la fe cuando, al parecer, la fe ya no tiene sentido, cuando la realidad terrena anuncia la ausencia de Dios de la que hablan no sin razón el mal ladrón y la turba que se mofa de él. su grito no se dirige a la vida y a la supervivencia, no se dirige a sí mismo, sino al Padre. Su grito contradice la realidad de todo el mundo.

    ¿Tenemos todavía que ver qué es la adoración en la hora del ocultamiento? ¿Puede ser otra cosa que el grito profundo, junto con el Señor que .bajó a los infiernos. y que hizo a Dios presente en medio del abandono de Dios?

    El misterio múltiple no sólo ha de explicarse por un lado; intentaremos acercarnos más a él. Recordemos en primer lugar una observación exegética: Sabemos que la palabra .infierno. es la falsa traducción de sheol (en griego hades) con el que los hebreos designaban el estado de ultratumba. Imprecisamente nos lo imaginamos como una especie de existencia de sombras, más como no ser que como ser, sin embargo la frase originalmente sólo significaba que Jesús entró en el sheol, es decir, que murió.

    Esto puede ser verdadero, pero todavía queda por resolver el problema de si así la cosa se hace más sencilla y menos misteriosa. A mi juicio, ahora surge el auténtico problema de qué es la muerte, de qué pasa cuando uno muere y entra en el reino de la muerte. Ante este problema deberíamos recordar nuestra perplejidad. Nadie sabe realmente qué es la muerte, porque todos vivimos en este lado de la muerte; ninguno de nosotros la ha experimentado, pero quizá podamos intentar un acercamiento partiendo del grito de Jesús en la cruz, en la que vimos el núcleo significativo del descendimiento a los infiernos, la participación en el destino mortal de los hombres. En esta oración de Jesús, lo mismo que en la escena del huerto de los olivos, la médula de la pasión no es el dolor físico, sino la soledad radical, el completo abandono. A la postre su ser más íntimo está solo. Esta soledad universal, que es, sin embargo, la verdadera situación en que se halla el hombre, supone la contradicción más profunda con su simple compañía; por eso la soledad es la región de la angustia que se funda en el destino de un ser que tiene que ser, y que, sin embargo, choca con lo imposible.

    Ilustremos esto con un ejemplo: Supongamos que un niño tiene que atravesar un bosque en una noche oscura. Tendrá mucho miedo aunque alguien le haya demostrado que no hay nada que temer, que nada le puede infundir temor. Cuando se encuentre solo en medio de la oscuridad, cuando sienta la soledad radical, surgirá el miedo, el auténtico miedo humano, que no es miedo de algo sino de sí mismo.

    El miedo ante una cosa es fundamentalmente inofensivo, puede ser desterrado huyendo del objeto que infunde el miedo; por ejemplo, cuando se tiene miedo de un perro rabioso, todo se arregla atando al perro. Pero aquí nos encontramos con algo mucho más profundo; en su última soledad el hombre no teme algo determinado de lo que pueda huir, por el contrario, siente el miedo de la soledad, de la inquietud, de la inseguridad de su propio ser, que él no puede superar racionalmente. Tomemos otro ejemplo: supongamos que alguien tiene que pasar la noche en vela ante un cadáver; su situación le puede parecer inquietante, aun cuando puede convencerse a sí mismo de que todo ese miedo carece de sentido. Sabe muy bien que el muerto no puede dañarle, que su situación sería quizá más peligrosa si esa persona viviese. Aquí surge una clase de miedo completamente distinta; no es miedo de algo, sino miedo de estar solo con la muerte, miedo de la soledad en sí misma, miedo de la inseguridad de la existencia.

    Ahora preguntamos: ¿cómo puede superarse ese miedo si cae por tierra la prueba que intenta demostrar que es absurdo? El niño perderá el miedo en el momento en que una mano lo coja y lo guíe, cuando alguien le hable; es decir, perderá el miedo en el momento en que sienta la co-existencia de una persona que le ama. Igualmente, el que vela a un muerto perderá el miedo cuando otra persona esté con él, cuando sienta la cercanía de un tú. En esta superación del miedo se revela una vez más su esencia: es el miedo de la soledad, de la angustia de un ser que sólo puede vivir con lo demás. El auténtico miedo del hombre que no puede vencerse mediante la razón, sino mediante la presencia de una persona que lo ama.

    Sigamos con nuestro problema. Si se diese una soledad en la que al hombre no se le pudiese dirigir la palabra; si hubiese un abandono tan grande que ningún tú pudieses entrar en contacto con él, tendríamos la propia y total soledad, el miedo, lo que el teólogo llama .infierno.. Ahora podemos definir el preciso significado de la palabra: indica la soledad que comporta la inseguridad de la existencia. ¿Quién no se da cuenta de que, según nuestros poetas y filósofos, todo encuentro humano se queda en la superficie, que ningún hombre tiene acceso íntimo a otro? Nadie puede entrar en lo más íntimo de otra persona; todo encuentro, por muy hermoso que sea, fundamentalmente no hace sino adormecer la incurable herida de la soledad. En lo más profundo de nuestra existencia mora el infierno, la desesperación, la soledad inevitable y terrible. Sartre parte de ahí para elaborar su antropología, pero las mismas ideas aparecen también en Hermann Hesse, poeta más conciliable y alegre:

    Extraño, caminar en la niebla;
    la vida es soledad.
    Los hombres no se conocen:
    todos están solos.


    Una cosa es cierta: existe la noche en cuyo abandono no penetra ninguna voz; existe una puerta, la puerta de la muerte por la que pasamos individualmente. Todo el miedo del mundo es en último término el miedo de esa soledad; ahora comprendemos por qué el Antiguo Testamento designa con la misma palabra, sheol, tanto el infierno como la muerte: a fin de cuentas son lo mismo. La muerte es la auténtica soledad, la soledad en la que no puede penetrar el amor: el infierno.

    Volvemos así a nuestro punto de partida, al artículo de fe sobre el descendimiento a los infiernos, La frase afirma, pues, que Cristo pasó por la puerta de nuestra última soledad, que en su pasión entró en el abismo de nuestro abandono. Allí donde ya no podemos oír ninguna voz, está él. El infierno queda así superado, mejor dicho, ya no existe la muerte que antes era el infierno. El infierno y la muerte ya no son lo mismo que antes, porque la vida está en medio de la muerte, porque el amor mora en medio de ella. El infierno o, como dice la Biblia, la segunda muerte (cf. Apo 20,14) es ahora el voluntario encerrarse en sí mismo. La muerte ya no conduce a la soledad, las puertas del sheol están abiertas.

    Creo que en esta línea hay que comprender fundamentalmente los textos de los Padres que hablaban de la salida de los muertos de sus sepulcros, de la apertura de las puertas del infierno, textos que se interpretaron mitológicamente; también hay que comprender así el texto, al parecer tan mítico, del evangelio de Mateo donde se nos dice que con la muerte de Jesús se abrieron las tumbas y que salieron los cuerpos de los santos (Mt 8,52).

    La puerta de la muerte está abierta, desde que en la muerte mora la vida, el amor...

    *Introduccion al Cristianismo, J.Ratzinger

    martes, octubre 11, 2005

    Y nosotros hemos creído en el amor


    Fuente: Catholic.net
    Autor: Monseñor Francois-Xavier Nguyen van Thuan



    Al comienzo de los mismos, monseñor Van Thuan relata cómo a pesar de las duras condiciones de su prisión, su esperanza inquebrantable en Jesús despierta la admiración e incomprensión de sus compañeros de prisión y guardianes. He aquí el admirable testimonio que dio sobre su seguimiento a Jesús.



    El amor auténtico no razona, no mide, no levanta barreras, no calcula, no recuerda las ofensas y no pone condiciones.

    Jesús actúa siempre por amor. Del hogar de la Trinidad él nos ha traído un amor grande, infinito, divino, un amor que llega -como dicen los Padres- a la locura y pone en crisis nuestras medidas humanas.

    Cuando medito sobre este amor mi corazón se llena de felicidad y de paz. Espero que al final de mi vida el Señor me reciba como al más pequeño de los trabajadores de su viña, y yo cantaré su misericordia por toda la eternidad, perennemente admirado de las maravillas que él reserva a sus elegidos. Me alegraré de ver a Jesús con sus «defectos», que son, gracias a Dios, incorregibles.

    Los santos son expertos en este amor sin límites. A menudo en mi vida he pedido a sor Faustina Kowalska que me haga comprender la misericordia de Dios. Y cuando visité Paray-le-Monial, me impresionaron las palabras que Jesús dijo a santa Margarita María Alacoque: «Si crees, verás el poder de mi corazón».

    Contemplemos juntos el misterio de este amor misericordioso.

    sábado, octubre 01, 2005

    Experiencias Místicas y Milagros V

    Conversando con unos amigos de un Foro Católico que frecuento, quise recopilar una serie de experiencias místicas o milagros que hayamos experimentado para la edificación de todos los que creemos en Dios, y mas específicamente que tenemos Fe en la única Iglesia de Dios, la que fundo Jesucristo.

    Estas historias -que ire poniendo pasando los dias- no tienen como propósito probar nada, ni si quiera convertir a una persona, como Jesucristo puso en una parábola en boca de Abraham: Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. Lc 16,31

    Que escuche el que quiera escuchar...
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    Carlos, yo tengo algunas experiencias que algunos ya conocen.
    Como tal vez sepas yo soy expastor evangélico, mi regreso al catolicismo se vio precedida por varias experiencias muy especiales:

    Un día tuve un sueño hermosísimo en donde se me acercaba Santa Teresa de Jesús y me decía: "Mira allí está la Reina de los santos". Yo alzaba mi mirada y ví a la Virgen María, sí, a nuestra madre santísima en su advocación de la Virgen del Carmen. Yo quedé absorto ante la gloria que la envolvía y sentía su amor maternal. Mucho tiempo pasó en el que me sentía envuelto por aquella presencia. Ella me decía "quiero que sirvas a mi hijo en la orden del Carmen". De pronto me ví rodeado por muchos santos y muchísimos niños que empezaron a cantar las letanías lauretanas. Finalmente todos a una voz comenzaron a cantar con mucha fuerza "Estrella del Mar, ella es la Estrella del mar". En ese momento desperté pero seguía escuchando en mis oidos aquellas voces que seguían diciendo "Estrella del Mar". Investigando con mi amigo sacerdote supe que es uno de los títulos de la Virgen del Carmen (yo no lo sabía). No cabía duda, debía volver a la Iglesia Católica e ingresar al Carmelo. Fui readmitido en la Iglesia Católica en la pasada Vigilia Pascual. Ahora me preparo para ingresar al Carmelo.

    También cuando aún era pastor, tuve una migraña terrible por lo que tuve que irme a acostar. De pronto sentí un calor que me invadía el cuerpo y tuve una visión en donde veía la ciudad de Ávila en España en un atardecer. Penetraba la ciudad por la muralla y me paraba frente a la Iglesia en donde estuvo la casa natal de Santa Teresa. Sobre la Iglesia veía en el cielo dentro de un círculo a la virgen del Carmen. El niño era hermosísimo y jugaba con su escapulario. Nuestra Señora me extendía el suyo y en ese momento se me quitó totalmente el dolor de cabeza. No he vuelto a la fecha de padecer de esos dolores, aunque antes me daban cada mes.

    Con Santa Teresa de Jesús he tenido muchísimas experiencias. Por mucho tiempo antes de tomar la decisión de volver al catolicismo, tuve un sueño recurrente en el que me sentía perdido en un largo y oscuro pasillo en el que no encontraba la salida. Se me ecercaba Santa Teresa con un cirio en la mano, muy alta ella, muy blanca y española, como de unos 40 años. Me tomaba del brazo sin decir nada y me conducía a la salida que llevaba a un jardín lleno de flores. Ahora comprendo que significaba que ella estaba intercediendo por mi regreso a la Iglesia.

    Todavía era pastor de una congregación cuando estaba haciendo una oración desde el púlpito. De pronto vi en la puerta a Santa Teresa. Yo no pude continuar la oración de la emoción y le pedí a otro pastor que continuera. Yo me senté en el presbiterio del templo y ví con los ojos del alma que ella avanzaba por el pasillo central del templo y se sentaba en otra silla junto a mí. Aunque tenía cerrados los ojos sentía en mis párpados la luz que irradeaba y sentía el calor que salía de ella, entonces me decía: "Sé que tu decisión en dificil, pero me quedaré aquí contigo para ayudarte". Quiero decirles que desde ese momento se percibía un extraño olor a rosas en el templo, y mucha gente cuando entraba a la oficina del templo mientras yo estaba decían, qué bien huele aquí pastor, acaso cambió de loción por una de flores. Yo sabía perfectamente de donde venía ese aroma.

    El viernes santo anterior a la vigilia pascual en la que formalmente regresé a la Iglesia Católica. Al momento de poner la cabeza en la almohada para dormir. Ví clarísimamente a Santa Teresa que se acercaba súbitamente y me decía: "Ya tengo listo tu hábito de Carmelita". Yo me sorprendí tanto que me senté sobre la cama pero ya la visión había terminado.

    Estos son algunos sencillos relatos de las bendiciones que Dios me ha concedido. Te autorizo Carlos a que las publiques si te sirven de algo bajo el pseudónimo de Javier de Santa Teresa.
    Dios les bendiga a todos. Les cuento que en enero comienza mi postulantado en el Carmelo. Me acojo a sus oraciones.
    En el amor de Jesús y María
    Javier

    SOLO DIOS BASTA

    Javier Gonzáles

    Experiencias Místicas y Milagros IV

    Conversando con unos amigos de un Foro Católico que frecuento, quise recopilar una serie de experiencias místicas o milagros que hayamos experimentado para la edificación de todos los que creemos en Dios, y mas específicamente que tenemos Fe en la única Iglesia de Dios, la que fundo Jesucristo.

    Estas historias -que ire poniendo pasando los dias- no tienen como propósito probar nada, ni si quiera convertir a una persona, como Jesucristo puso en una parábola en boca de Abraham: Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. Lc 16,31

    Que escuche el que quiera escuchar...
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    En mi vida hay numerosas muestras del amor de Cristo . Aunque pienso que en todos hay muchas muestras. Lo curioso aunque bien cierto es que soy olvidadizo es que desaparecen pero me dejan su mensaje.

    Quizas una de las mas intensas que tuve es esta :

    Tendria unos 13 años mas o menos y a esa edad podia pasar de 1 a 2 horas despierto reflexionando sobre todo antes de dormir.

    El dia anterior habia ido a un colegio salesiano a ver una obra de teatro que actuaba un amigo mio.

    Yo puedo asegurar que estaba despierto con los ojos cerrados y vi mentalmente a mi amigo sentado en una silla callado y con un foco alumbrandolo en medio de un teatro.

    Esta escena se mantuvo como un minuto , yo solo miraba , y de repente miro hacia el cielo y digo tambien mentalmente . Dime Jesus como es la muerte , que hay despues, enseñamelo en mi amigo que esta ahi.

    Inmediatamente el que estaba en la silla era yo con esa sensacion que te hacen los focos en el teatro. Y sentia que me estaba como durmiendo, inmediatamente tube esa famosa escena que hoy se sabe tanto del tunel.

    Yo al salir de esa situación , abri rapido los ojos y pude constatar que no habia dormido en absoluto , fue un cumulo rapido de imagenes que pasaron y que me dejaron una sensacion que ahora explicaré.

    He de añadir que a esa edad jamás habia oido hablar de muertes clínicas ni habia leido nada al respecto. Con el paso de los años cuando cumplí aproximadamente unos 22 años leí por casualidad sobre el tema y me quede blanco al leer en una explicación muy bien detallada lo que yo ya viví.

    La sensación fué increible , se puede decir que esa sensación se nos escapa de lo humano . Pero es que mas alla del tunel no v¡ mas pues tube la sensación de que no debía saber más.

    Por eso siempre cuando puedo digo lo mismo " Del Cielo no conocemos mas que la cerradura y con lo poco que conocemos ya es intenso , increible , indescriptible ".

    Esto me ayuda siempre al recordarlo , cual es el camino y hacia donde ir para volver a pasar por aquel sitio.

    Y algunos pensarán que bien . Pues no , que mal en cuanto a la experiencia , pues despues de vivirla se hace pesado el que no llegue tu hora. Por lo menos eso me ocurrio a mi en esa época. Despues de vivir aquello , todo lo de la tierra se me antojaba sucio , horrible , tan apartado de lo que vi. Que gran diferencia.

    No me hubiera importado nada , si Dios me hubiera llamado . Eso no se puede cambiar por todos los placeres juntos de la tierra y tomados de golpe , de un sorbo.

    Y por mi curiosidad sana pero valorando mucho esa experiencia eso a constituido un poquito mas de carga en mi cruz particular. Pues cuando las desdichas llegan a veces a mi vida , si me pillan un poco separado de Dios, contemplo nuevamente la gran diferencia entre lo divino y lo apartado de Dios .

    El conocimiento de Dios en su bello aprendizaje , siempre nos añadirá nuevas responsabilidades y nuevas cargas. Pero no te alejes nunca de Dios , pues al alejarte eres poseedor de ese conocimiento por lo que tus actos siempre serán meditados , pero no tendrás la ayuda de Dios para aliviar la carga , ya que empañamos el corazon.

    Espero que les sirva, pero repito que seguro que vosotros tambien habran borrado muchas , pues el hecho no importa , importa el mensaje.

    FRANCISCO Duran Tobias

    Experiencias Místicas y Milagros III

    Conversando con unos amigos de un Foro Católico que frecuento, quise recopilar una serie de experiencias místicas o milagros que hayamos experimentado para la edificación de todos los que creemos en Dios, y mas específicamente que tenemos Fe en la única Iglesia de Dios, la que fundo Jesucristo.

    Estas historias -que ire poniendo pasando los dias- no tienen como propósito probar nada, ni si quiera convertir a una persona, como Jesucristo puso en una parábola en boca de Abraham: Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. Lc 16,31

    Que escuche el que quiera escuchar...
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    Hermano: al leer tu invitación sentí que Jesús mismo me decía :"Llegó el momento de dar a conocer tu testimonio. Pues bien allí va.
    Hace aproximadamente 18 años conocí a una mujer a los que todos llamaban Loli. Era agnóstica y yo católica, débilmente comprometida.
    Comenzamos una relación entre las familias pero por esas cosas de la vida se cortó abruptamente y no volvimos a vincularnos. Viviendo en la misma ciudad nos cruzamos muy pocas veces y nos saludamos discretamente, pero nada más.
    Durante esos 18 años yo desarrollé una vida laboral muy activa que me colocó en un puesto de poder y autoridad. Al mismo tiempo fuí comprometiéndome más con mi fe y a tener protagonismo en mi parroquia. Todo esto me convirtió en una persona conocida. Confundida no sabía reconocer amigos, de conocidos y de aduladores.
    De la señora Loli no sabía absolutamente NADA.
    Un buen día, en medio de los avatares y cambios políticos propios de mi país apareció mi nombre en todos los medios de comunicación de mi comunidad, donde se me cuestionaba duramente y se sembraba una manto de sospecha sobre mi trabajo y mi honestidad.
    Fue desvastador. En un segundo fuí destruida. Caí en un estado de angustia y desesperación. Con tratamiento psiquiátrico por la depresión. Dejé de salir a la calle y pasaba los días tirada en la cama. Lo único que podía decir y pensar era: JESUS ME HAS ABANDONADO. JESUS TE HAS OLVIDADO DE Mí.
    De todos los amigos que creí tener sólo 2 venían a visitarme y trataban de darme ánimo, pero a mí no me servía. Mi único pensamiento era de reproche a Jesús. SEÑOR, TE HAS OLVIDADO DE MI.
    Una mañana me encontraba sola en mi casa y cansada de llorar con enorme atrevimiento y soberbia le dije a Jesus: Señor, dame una prueba de que no me has abandonado, de que estas a mi lado.
    A la hora de haber dicho esto "alguien tocó a mi puerta. Al abrir estaba ella, Loli. Me miró a los ojos y me dijo: Sé por lo que estás pasando y he venido a acompañarte.
    Ella se había convertido hacía muchos años, me contó cómo Jesús y la fe habían salvado su vida. Me contó que ese día dejó inesperadamente su trabajo para ir a mi casa, impulsada en forma inexplicable, con la seguridad de que tenía que venir a mi encuentro.
    Tiempo después, cuando pude recuperarme le conté de como Jesús salió a mi encuentro el día que ella golpeó a mi puerta.
    Espero haber logrado transmitir en mi relato la experiencia maravillosa de la presencia de Jesus en mi vida y la certeza de que el Señor siempre responde a nuestras oraciones.
    "Si alguno de ustedes pierde una oveja ¿no se va en busca de la que se perdió hasta que la encuentra.(Lc.15, 4)

    Maria Luz Alvarez

    El Loco

    Conversando con unos amigos de un Foro Católico que frecuento, quise recopilar una serie de experiencias místicas o milagros que hayamos experimentado para la edificación de todos los que creemos en Dios, y mas específicamente que tenemos Fe en la única Iglesia de Dios, la que fundo Jesucristo.

    Estas historias -que ire poniendo pasando los dias- no tienen como propósito probar nada, ni si quiera convertir a una persona, como Jesucristo puso en una parábola en boca de Abraham: Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos. Lc 16,31

    Que escuche el que quiera escuchar...

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    Apreciados hermanos en Cristo:

    Antes que nada gracias por perdonar las /hs/...

    El título puede parecer raro pero cuando lean esta historia lo entenderán.

    En esa noche oscura que les he comentado ejercía en mí una atracción irresistible el paganismo y la magia negra. Me acercaba, lentamente, pero con paso firme a una segura perdición. Pero, no se por qué, decidí estudiar psicología en la Universidad de La Sabana sin saber que pertenecía al Opus Dei. De hecho no sabía qué era el Opus Dei.

    El día que presenté mi examen de admisión entré a un cafecito sobre la calle para tomar un refresco y fumar un cigarrillo. De pronto alguién me dijo: "¿Me invita a un pancito? Tengo hambre". Cuando miré hacia atrás vi a un "indigente" un loquito de estos que deambulan por las calles con una sucia bolsa llena de cosas. Era un hombre alto, rubio, con unos hermosos ojos color oliva... un "loco" muy lindo, a decir verdad. Por un momento me sorprendió que no percib´ñia el olor a sudor concentrado que caracteriza a estos simpáticos personajes.

    Los "loquitos" no me incomodan en lo más mínimo y como este, además, parecía muy educado y "limpio" lo dejé que escogiera lo que deseaba comer y beber. Pidió un pan redondo, similar al pan francés, y un vaso con agua. Yo pedí un café negro y saqué un cigarrillo. Me senté en una mesa pensando que mi amigo ocasional se marcharía pero, en lugar de hacerlo, se acercó y me pidió permiso para sentarse. Yo, la verdad, estaba maravillada. Tenía una mirada limpia y lúcida y sus manos parecían de artista: estaban limpias, conh las uñas bien cortadas... Tomó el pan y lo partió a la mitad: "Tome - me dijo - se lo cambio por el cigarrillo". Comí el pan mientras lo observaba comer: cortaba trozos pequeños y los llevaba lentamente a la boca; masticaba sin hacer ruido, con la bica cerrada.

    De pronto comenzó a hablar:

    "¿Usted va a estudiar en La Sabana, verdad? Acójase a los consejos de los sacerdotes y deje de jugar con su vida. ¿Piensa que es bueno ir, por ahí, jugando a ser mala? ¡Si su alma es muy importante! Su alma la ama Dios"... Yo no reaccionaba. Simplemente escuchaba a un desconocido que, en un minuto, estaba desnudando mi vida. El monólogo no fue muy largo pero si denso: parecía conocerme de siempre y sus palabras me llegaban al alma.

    De pronto se levantó y me dijo: ahí viene su autobús. Efectivamente; cuando salí del establecimiento estaba parando el transporte que me gustaba tomar para ir a mi casa. No era el más rápido pues tomaba muchas vías, pero el recorrido era bonito. Pasaron solo algunos segundos (2 o 3 a lo sumo) pero cuando volví a ver mi "loquito" ya no estaba.

    Antes de llegar a mi casa y tras meditar las palabras del amable y limpio "loquito" fui a mi parroquia e hice una confesión general. La noche continuó algunos años más pero la claridad de ese momento rasgaba, por instantes, las tinieblas. El sacerdote que me confesó no le dio mucha importancia pero, años después, al percibir mi cambio, me dijo: "cuando Dios manda a sus ángeles no queda más remedio que obedecer"...

    Los indigentes normalmente manejan "zonas"; pero mi "loquito" no volvió a aparecer jamás.

    Abrazos en Jesús Eucaristía,

    María Esther Cadavid de Alvarez